Premio Talento de Comedia: Jesús Vidal – Un actor de campeonato

Descubrimos a Jesús Vidal en Campeones como el vigilante impertérrito que cumplía con su obligación de multar y encajaba los reproches del infractor con una actitud inmutable y a la vez perpleja, como un Buster Keaton del aparcamiento rotatorio. Minutos después nos desarmó tanto como a Javier Gutiérrez con una frase para la posteridad cinematográfica: “A mí tampoco me gustaría tener un hijo como nosotros. Si puedo elegir, prefiero que estén bien; no soy tonto. Lo que sí me gustaría es tener un padre como tú”. Pero aun nos desarmó más descubrir que no era alguien interpretándose a sí mismo, que quien bordaba ese papel de discapacitado intelectual era un actor con experiencia en el Centro Dramático Nacional, licenciado en Filología Hispánica y con un máster de periodismo deportivo en la agencia EFE.

Después vino el Goya como Actor Revelación y un discurso emocionante que tuvo su epílogo en la edición del año siguiente, cuando se autoparodió al abrir la ceremonia como si llevara un año sobre el escenario con una perorata interminable. Hacía gala del mismo sentido del humor que le lleva a bromear con su limitación visual, con ese “ojito derecho” que a él no le reporta imágenes y sin embargo le proporciona una mirada especial, llena de sensibilidad sobre el mundo alrededor.

En apenas tres años, y con una pandemia paralizante por medio, Jesús Vidal se ha convertido en una presencia habitual en películas y series de televisión. Ahí está por ejemplo su extraordinario papel dando la réplica a Javier Cámara en “Vamos Juan”. La cámara le quiere. Jesús tiene ángel, pero también tiene chispa y una gracia que en Aragón llamaríamos somarda, aunque un leonés como él quizá lo denomine socarronería o retranca.

El cine de comedia en España es coral y se construye sobre la base de los magníficos actores de reparto que ha tenido siempre este país. En esa extraordinaria nómina, Jesús Vidal ya es uno más. Ha llegado hasta aquí para quedarse. Disfruta de un presente brillante y se le augura un futuro como figura recurrente en nuestro cine y televisión, quizá como uno de esos actores que en tiempos se conocían como “característicos”, intérpretes de imagen y voz inconfundibles, que animan la pantalla cada vez que aparecen en escena y a quienes el público adopta, con enorme cariño, como uno más de la familia.

Miguel Mena

Fotografía: Moisés Fernández Acosta