Aura Garrido, Premio Talento Joven

Coherencia y belleza

Aura Garrido 01
Son muchos los elogios que, generalmente tras una sonrisa, salen de la boca de amigos, compañeros y conocidos cuando les pido que me hablen de Aura. Y da mucho gusto comprobar cómo hay una alegría genuina y generalizada por sus éxitos.
Pensando en qué decir yo sobre ella, me viene a la mente el día en que nos conocimos en 2010, los dos emocionados a punto de empezar a rodar Crematorio. Se me quedó clavada esa mirada cristalina, casi transparente, mientras me preguntaba a mi mismo cómo era posible que una persona tan joven tuviese las cosas tan claras y pensase de una forma tan bonita y coherente. Porque si algo tiene Aura es coherencia y belleza. No hablo de sus obvias cualidades físicas. Hablo de belleza en su forma de pelear por aquello en lo que cree, belleza en el amor con el que gesta y cuida sus personajes, belleza en su forma de tratar de entender el mundo en el que vivimos y ver cómo hacerlo mejor y más justo. Y belleza en sus ganas de seguir aprendiendo cada día. 
En aquel mismo 2010, mientras hacíamos Ángel o Demonio, fui conociéndola más y recuerdo pensar: “joder, Aura lo va a petar”. Y de pronto le nominan al Goya. Y entonces pienso: “joder, Aura va a petar”. Su ritmo de trabajo era frenético y yo imaginaba que la vorágine pre-Goyas acabaría con ella. Pues no solo no fue así sino que, a pesar del agotamiento y los nervios, mostró una entereza y un sentido del humor que todavía hoy recuerdo. Poca gente conozco con los pies más en la tierra. Verla crecer desde entonces, convertirse en la mujer que es hoy, en la actriz que es, siempre fiel a aquella chica de ojos cristalinos, a mí me da mucho gusto y mucho orgullo, como de hermano mayor. 
Me alegra que el Festival le dé este premio y creo que, a pesar del carrerón que ya lleva, esto es solamente el comienzo de lo mucho que Aura Garrido tiene por enseñarnos todavía.

JORGE SUQUET