Miguel Ángel Muñoz, Premio Talento de Comedia

Hacer felices a los demás

Miguel Ángel Muñoz 01

Tienes luz propia pero no es el fulgor estridente de led fabricado por la industria del cine sino de la otra, la que existe en la naturaleza, en los astros, en la aurora boreal, en las luciérnagas. La intuí por primera vez el día que nos conocimos. Creo que nunca te lo he dicho antes: comenzaste a leer en alto la primera página de una de mis novelas y, ese personaje al que tenías que dar vida, saltó a las tres dimensiones con tal facilidad, que me dio miedo. Desde aquel instante pensé que algún día escribiría para ti un papel lo suficientemente complejo que te supusiera un reto. Sólo por el  placer de ver qué hacías con él. Porque sabía que lo aceptarías. Y que sería una gran aventura. La oportunidad nos llegó por azar, pero fue entonces cuando por fin pude sentir de verdad ese chispazo del que me hablaban otros directores, actores, incluso, otros amigos. Comprobé tu fuerza sobre escenario, tu inmensa capacidad de trabajo, tu respeto a las palabras y el torbellino de alegría que inyectabas en los camerinos. Talento, humildad y entrega. No podía salir mal. En ese tiempo habías ido desterrando la palabra “imposible” de tu diccionario, recorrido mundo, subido a importantes escenarios y asomado a la pantalla grande y a la pequeña afrontando cada proyecto como si fuera el único. A día de hoy, creo que ese es tu superpoder. Provocar que quien se te acerca se sienta importante. Porque eres generoso. Y valiente. Como actor. Y como amigo. Contagias esa pasión con la que asumes cada reto. Compartes a los miembros de tu tribu, esos que has escogido minuciosamente. También creo que sabes ya más de lo que la mayoría de la gente sabe: a quien quieres en tu “lobera” y a quien no, quiénes son tus amigos, cuál es tu vocación y… sospecho que sabes qué te hace feliz.
Porque en lugar de enfrentarte a la vida has sabido hacerte su cómplice.  
Una vez te dije que me gustaban las personas con cicatrices. Y que desconfío de aquellos que, llegados a cierta edad, no tienen ninguna. A ti, cada cicatriz te ha hecho mejor. Y eso pasa muy pocas veces.  
Por eso creo que es justo. Este premio. Porque premian tu talento para hacer felices a los demás. No puedo estar más de acuerdo. 

VANESSA MONTFORT